Permanencias es una residencia de artistas desarrollada en el Barrio de San Antón, de Cuenca, durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 2015. Se han desarrollado un total de 8 proyectos artísticos por 10 artistas residentes.
La presente caja contiene la obra seriada relacionada con cada proyecto y realizada por:
Maximillian Nowotka
Enrique Tutor Torres
Javier R. Rosell
Marco Montiel-Soto y Cristina Moreno
Dos Jotas
Polyphone
Francesco Ciotola
Se ha realizado una tirada de 30 ejemplares numerados.
Cuenca, a 28 de diciembre de 2015
A continuación publicamos el texto de la critica del proyecto y un cuaderno con los proyectos realizados por los artistas y los extractos de sus criticas: http://online.anyflip.com/txkz/wzjl/ .
¿Lo geográfico es político?
En nuestro país, de modo más notorio desde la década de los años setenta, algunos artistas, si bien con distintos enfoques, pusieron el eje analítico de su práctica creativa en repensar la consideración de los proyectos artísticos en el paisaje urbano. Desarrollaron propuestas críticas que cuestionaban el carácter de monumento que interesaba a las instituciones en su afán de homogeneizar el espacio público, despojándolo de su idiosincrasia, de la cotidianeidad de sus habitantes y, por supuesto, por su insistencia en dar la imagen de espacios públicos sin conflicto ninguno, e incluso para ocultar los existentes.
Como confrontación a la idea aludida de monumento, estas distintas prácticas pretendieron revertir las experiencias culturales “simbólicas” de la comunidad que las recibe. Los artistas se fueron alejando de su consideración de creadores de objetos y fijaron su atención en las representaciones sociales, realizan propuestas basadas en una acción directa con la colectividad y, además, sus trabajos artísticos están comprometidos con el lugar, con el contacto directo con la comunidad.
El proyecto Permanencias ha supuesto para el barrio conquense de San Antón una experiencia colectiva teórica, emocional y práctica que podríamos interpretar desde la teoría de Lippar, “quien se centra en el concepto de cultura uniéndolo al de lugar, el lugar entendido como emplazamiento social con un contenido humano y desde ahí postula la necesidad de un arte comprometido con los lugares sobre la base de la particularidad humana de los mismos, su contenido social y cultural, sus dimensiones prácticas, sociales, psicológicas, económicas, políticas (…)[1]
Si a la pervivencia del diagnóstico foucaultiano sobre el importante proceso de domesticación de la vida social, añadimos la clara erosión de la democracia; los constructos sociales dirigidos por el poder para dominar lo social en detrimento de la cultura, para marcar las pautas de una construcción de la subjetividad, para seguir abriendo la brecha diferencial entre ricos y pobres … nos hace plantearnos que quizás el momento que vivimos sea el óptimo para repensar posibles respuestas desde la práctica artística (y también repensar la ciudad, como propone José Miguel G. Cortés)
Los artistas participantes en Permanencias han visibilizado varios de los conceptos a “repensar”, como la aceptación de la heterogeneidad del espacio público contemporáneo; la reflexión sobre las distintas tipologías de éste, que están siendo conformadas en este nuevo “look” del capitalismo; el estudio contextual, analizando las connotaciones de la localización o el espacio destinado para cada uno de sus proyectos, resultantes –todos ellos- de la consideración de la vida cotidiana, de la situación del lugar (y, a su vez, del lugar que el barrio de San Antón ocupa en ese otro Lugar: Cuenca) como focos de intervención artística (y política). Han trabajado “en el terreno”.
Los trabajos llevados a cabo dentro del proyecto Permanencias no reflejan tanto una actitud de produción de objetos (otro concepto a repensar) cuanto se perfilan como generadores de signos que dignifiquen las representaciones sociales. Frente a la amnesia fumigada por las instituciones culturales y por el sistema Arte, esta propuesta se ha basado en una acción directa, ha conectado con el lugar y con la comunidad, sin cuya participación no se hubiera podido llevar a cabo ni práctica ni conceptualmente.
Por último, creo importante señalar el hecho de que los comisarios del proyecto Permanencias lo han desarrollado con el apoyo de la facultad de Bellas Artes de Cuenca. En su ensayo La utilidad de lo inútil. Manifiesto, Nuccio Ordine expone su reflexión sobre “los estudiantes-clientes”; “las universidades –empresas” y “los profesores burócratas". Ante esta situación, no cabe duda de que, desde los ámbitos de producción cultural, sin negar las categorías (implícitas en lo que podemos entender como arte): concepto, emoción, sensación … es para celebrar que, también, se puedan vehicular proyectos como el que ahora nos ocupa.
amparo lozano
Cuenca 2016
[1] Extraido de: Paloma Blanco. “Explorando el terreno”. En Modos de hacer. Arte público, esfera pública y acción directa. Catálogo de exposición. Ediciones Universidad de Salamanca. 2001, pág. 47.
